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h3ba ch «El Jucio Univers u» do-...

Date post: 17-Aug-2020
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,1 Una - perfcula dedi cada a -todos los espaüoes, sin dis lincidi de edad ni mentalidad - p-— .sün.is tflCWr x:= ,_, ,,,,,, a ui .óáll55’ Basada en la gran novela del mismo título (PREMIO PLA. NETA, 1957) Primer Premio Especial del SINDICATO NACIONAL DEL ESPECTACULO, 1960 Primer Premio de la «SEMA NA CINEMATOGRAPICA DE GRANOLLE1t» JOHN BARRYMORE nació en Filadelfia el 15 de febrero de 1882. Este gran actor, poseedor de un perfil muy nqtable, recibic el ti- tulo de galán número 1 del cine de su época. Murió en plena ma- dures de su carrera, dejando una gran cantidad de, películas : «Ra- Lles», «Beau Brumell», «El hom bre y la bestia»-, «La fiera del mar, «Don JUan»,«General Grack», «Arsenio I, u p i n » , «Svengall», «Gran Hotel», «Rasputmn y la za- rina» (única vez en que actué junto a sus hermanos Lionel y Ethel), «Romeo ; Julieta» y - «Ma- ría Antonieta». - «cino todas mis ideas» - di- ce . Cesare Zavattini en vísperas de la presentación de la pelícu-. la, en estreno mundial en la XXII Muestra Internocional de Venecia ((El Juicio Universal» nació de un punto cualquiera de partida. Este punto, aparente- mente insignificante, maduré despuda dentro de- mi; poco a poco se ha ido ensanchando, se ha serviOo de otras inspiraciones, ha recurrido a otras historias que habla ya esbozado, y ha asu. mido en fin las proporciones de un argumento cinematográfico. En un primer tiempo si que remos hacer su cronohistoria había nacicfo como materia pa ra una - pelIc•ua-revista que de bió dirigir Aleesu-ndro BlasettL. Abandonado este proyecto, «El Julaio Universal» se quedó archi - vado. Pero de vez en cuando yo le daba una morada y me gusta- ba cada vez más. Acerca de él iba formando con el pasar del tiempo una -especie de mosaico constituido por tantos episodios que haia ideado para otra» pe ltcu’las. y que después, por una u otra rasóri , no había podido rea linar. Pos ejemplo i5y un episo-. dio breve que concierne a un cásnueero. En parte debía servir para una película llamada «El - camarero». Reducido en su con- cis4&n episódic, lo- he transferi do a «l Juicio Universal» y en-. cuentrn que allí está muy bien. De estos ejemplos está geno el argumento. En efecto, «El Juicio Universal» es una pelícuda de iTarias dimensiones : divertida, satírica, amena, cruda y crítica. Invito al púb’ico a verla tenien do presentes todos estos aspec tos. Solamente así se podrá gus tar plenamente de ella». cenas y decenas de personajes. «Es una película» sigue ex- plicando Zavattint «que sigue la lúTea de (<Milagro en Ivfiláfl», (Aun cuando su substancia es realista, tono fabulista la distiri gue de otras obras mías como ((El techo» o «Siusció».. En «-El Juicio Universal» agrega su guionista y escenifica dor «la conten-iporaneidod no es muy estricta. Sin embargo, los problemas pasan por un ta miz, de estos prob’emas algunos se refieren directamente al blico de hoy. Si se ha ambienta do en Nápoles ha sido para dar- le un sentido concreto. . Es aquí, en esta singular ciudad, que la historia. adquiere su peso especf fico, terrestre. -Nápoles tiene ia atmósfera apta pa-ra dar a una película tan compleja el carác ter de varias facetas o dimOnsio nos a ls que me refería antes. Porque es tal vez la única ciu dad en el mundo capaz . de ser contemporáneamente alegre, sa- tinca, amena, cruda y crítica». En Vittorjo De Sica, Cesare Zavattini encontró ai artista ca- ‘paz de materializar sus ideas, de dar a ellas un sentido pro-. fundo, de dar soluciones con imágenes las más propias de un mundo poético común. Es u.n colaboración que dura desde ha- ce muchos años y que ha mar- codo etapas memorables. «El Juicio Universal» no es sino una de tantas etapas largas (tal vez la más compleja entre las hasta ahora recorndas ) ; mientras que otras están en programa. «Mi primer guióh recuer. da Cesare Zavattini lo di a De Sica cuando se preparaba a ser director, Se titulaba «Demos a todos un caballo balancín» ; pe ro después río fqé realizado. Co- laboré con él, en forma no ofi cial, en «Teresa Venerdí»; y I-ue go vinieron «Los niños nos mi- ram>, «La puerta dei Cielo», «Sciuhcia>,, «-Ladrón de h’ric1e- Ha llegado a mis manos el número 7 de «Cinespaña», órga. no difusor çle «Uniespaña», creado al estilo de las- revis ta «Unifrance» y «Unitalla». Editado con buen gusto y pul critud, «Cinespafa» puede ile- gar a engañar a quienes no es- tan introducidos dentro de la realidad del cine español. Es decir, con su lectura se adquie ron conceptos erróneos. Me explicaré. - El editorial, firmado por «Uniespaña», trata sobre <Te. mas españoles». Empieza : «In dudb1emente, el cine de cada nación posee un carácter y una personalidad específicas. Tic- non, en cierto modo, un estilo. y ese aire especial, responde (no puede ser de otra manera) a las tendencias nacionales pre dominantes. Cualquier cine que pretenda realizar películas es- capando de su personalidad, es- condenado a caer en lo rae- diocre. De esta forma, un es- pectador medio, puede distin guir, sin necesidad de escuchar el Idioma en que están habla- das las películas, su naclonali. dad.» Estoy de acuerdo en que ci cine de cada nación tiene o deberla de tener, mejor un carácter y una personalidad In confundibles. Algunas cine. niatografías los tienen. La nuestra, desgraciadamente, tam bién... pero vulgares, adocena des y faltos de inspiración. Sin necesidad de escapar de nues tra personalidad, caemos en lo mediocre. Tal vez nos conven dna huir de’ nosotros mismos para evitar la mediocridad. En otra cosa hay que darle la ra zón al editorial de «Cinespa ña» : sin necesidad de escuchar el Idioma, el espectador medio adivina la nacionalidad de la cinta. Desde luego, las pelfcu las nacionales se distinguen con el mero uso del olfato. Es un olor caracterftko, a copia y a estrechez mental. Después de asegurar que ri, es cierto que estemos encajo- nados en una temática feudé- rica-taurina, luego de hacer distingos entre los diversos folklores regionales, - agrega «Uniespaña)>.: «Algún tiempo, sin embargo, se entendió que los erjuic1amientOs irónicos del inundo de Berlanga, podían ser la faceta española. Pero otros, objetaron que no es éste un país dado a tomar las cosas a broma (pues, ¿qué sería de nosotros sin usar la broma?, se- flores editorialistas) y que, por ello, Berlanga era casi una ex- cepción dentro de nuestro ci. ne. Un criterio actual es el de anudar lo español a lo dramá tice, y dentro de lo dramático, en lo desgarrado. Tendencia ésta en una línea que -puede empezar en Buñuel, para ter- minar en los guiones de Azoo- na, con su última muestra de “El cochecito”, después de pa- sar por Bardem.» Continúo prefiriendo los muz>- dos irónicos de Berlanga, con su carga de broma e intención, que este «anudar lo español a lo dramático y a lo desgarra do». ¿Dónde habrán visto los editorialistas de «Cinespaña>) este anudamiento? Que le pre gunten al público quien es Bu- ñuel y qué películas le han visto cii España. Y en cuanto a lisiados y a viejos medio chi- fiados los hay en todo el mun do, y con similares reacciones... En el cine nacional sólo hay un camino : testimoniar. Dejar- se de valores caducos y de aventuras sin garantía. Prohi. bir el rodaje de imbecilidades e invertir el capital en empre- sas qué se augurén de calidad. Hubo Ufl principio de buen ca- mino : «Balarrasa»,- «Surcos,,’, <tBienvenido, Mr. Marshall», «CÓmicos,> y «Muerte de un ci- dIsta». Después, todo se ha de- rrumbado. - Un maremágnum, un caos de temas, de imitado- nes, de falsedad, de rancio ar tifidio,.. El cine español no es lo que se ve en las pulcras ginas de «Cinespaña». con rim. bombantes declaraciones de Manuel Mur Oti en tomo a su <(Milagro a los cobardes» ; nuca- tro cine no puede salvarse con - la guapa Meráedes Alomo (cu- ya vida se nos explica minucio. samente) ; el cine patrio no tie. nc nada que hacer con films como «El príncipe encadenado», ni con aportaciones tan débiles a Semanas tan «celebérri’ mas» (?) como las de San Jo- de Costa Rica, Bogotá y Me. dellmn... Antes que editar un «órganO difusor» del cine nacional, hay que organizar dicho cine. Eay que quitarle «1 lastre de los cuplés, de los tangos y de lós tonadillas ; hay que arrancarlo del sainetillo madrileño. (con reminiscencias romanas) ; hay que salvarlo de las intrigas «tipo Hitchcock». Y hay que ponerlo en órbita de los tina5 candentea; de los problemas humanos, sociales y de concien cia. Menés crédito sindical y más crédito intelectuaL.. En l penúltimo párrafo, co- menta el inefable editorialista de «Uniespaña» : «Queremos se- ñalar que este criterio no está reñido con nuestra forma de ser, y ‘que tiene expresiones gloriosas en nuestra pintura y literatura (se refiere a lo del “anudamiento entre lo español, lo dramático y lo desgarrado”). Pero resulta erróneo, en el cine - español como en el de cual- quler otra nacionalidad, cir cunscribirlo a una concreta fa- ceta expresiva.» La divagación hace bonito. Lás únicas concretas facetas expresivas que ahora recuerdo San las de un film muy reden- te, con tangos y canciones, - en que «para que el público no. se despiste» y cuando aparecen tarjetas postales del «king- - Ben», de la torre de Pisa y del monumento a Colón ( fondos de una canción) se completan con unos l?treros indicadores de «Inglaterra». «Italia», «Barcelo na». . . Señores, qué facetas ex- prsivas tiene el cine capa- fiolL.. - Pedro BALART CODINA . - ‘iD’ 71-71TTTITT iJ4U h3ba ch «El Jucio Univers y de su coabraciÓi con Vttrio- do Sica LAS UVAS VERDES DEL VERANO . El cine, caDtera de “héroes” au6iiinOa Por UXM COT El cine, espejo de nnumerabIes sugestiones, nos eflgaa abteni das y en ese engafo hallamos el Inejór de sus encantos; perq*e al Igual que no hay peor sordo que quien no quiero oúÇ tarnpooo ee mayor engañado que quien, voluntad, corre en pos del engaño ee et toro tras el trapo rojo. La gran mentira- de mentiras tIene también no obstante, ss gtan des verdades. Verd3des como esa que nos lis traído la prensa de eLo filtimos días, descubriéndonos el paso por Tánger de Jeannette MaeDo. fluid, enrolada en una compañía circense. Algunos tal vez mu. chos de ustedes recordarán a Jeamiette, espléndida rubín qe os . deseubrid la musicalidad. del ohio en «El desfile del amor», cuya «Mare cha de los Granaderos» era, en 1929, música de fondo en el Palacio 1 de Proyecciones de nuestra Exposición Internacional. «La espla Castilhi» su beneficio y despedida de Ja gloria cinematogrdfioa; pero si una interpretación suya pesa en el recuerdo es la ue realizó en «Rose Marie», una blanda comedia musical que le Iba muy bien a la blandúra natural de Jeamiette, nunca actriz brilante, pero que cantaba can voz y estile que no han sido heredados por los berrean- tea de hoy. Pero nos eStamos yendo de! tema de este comentario. cine tiene unos «héroes» anónimos que en la mayoría de los casos mueren en olor de santidad profesional. Hay en él muchas Jean- netes que viven su hora triunfal, su hora de fama proyectada en el mundo entero. Hay celebridades’ que nunca fenecen como Charlie Cháplin o que viien de las rentas de ún crédito como Greta Gar. bo —- que tal vez no resistiera en la actualidad una revisión basada en nuevas interpretaciones. (Mérito de la retirada a tiempo.) Pero entre Aquí aparecen los principales protagonistas de la extraordinaria pro- . el alborear y el crepuseulo de tanta gente que ha sido famosa existe ducción Wai-ner aros., en technieoler, «Tres vidas errantes», que con - un enlace silencioso, gns de una grisura aplastante, y que, sin orn-, noche en el elegante cine Tívoli. . bargo, es en la mayoria de los casos el soporte sobre el cual se asienta afidonads ya habrán cenecide a tdes los que forman €ata grande y’maravillosa mentira del cine dirsgido a los multitudes, y no son otras qea Deborab Kere, R$ert dci eme que hemos dado en llamar «taqw1lro» ; es decir, del cine ustt y Giynis Johns vexdad; porque la verdad inmediata del cine hoy por hoy e ser. .wir a espectáculo. Son «héroes» anónimos del cine las gentes envenenadas de oehdoi de que pululan por los estudios, desde el productor ejecutivo que man. ta el gran tinglado financiero, a la aviesa que quema las últimas luces de sus ojos recomponiendo los trajes de las «estrellas», pesando por la muchacha «que les hace la “cara”» y el recadista que les prooura el café con leche o el coiiac que vuelve a templarlas después de una actuación ante las cámaras Lo son, también, los chicos d laboratorio, Que pasan muchos años aprendiendo el oficio y al cabo del po se encuentran con un fotógrafo recién llegado, que sabe mM que Lepo, y pretende enseñarles cómo se revela un negativo. Son. .. tantos y tantas que nunca serán famosos, que no tendrán notoried y, en muchos casos, ni siquiera nominación en esos pesadísimos «cartones», e letre ros, de la portada, que permanecen estoicos en su puesto, año tras ao por los siglos de los siglos si el cine siglas de eniatenela tuviora y el cuerpo diera para tanto aguanto en quienes el cine se mira y tiene continuidad. Porque a las «estrellas» las hace la ocasión, la moda, una caída de ojos, un corte de pelo, un seer conbuenas yen. tas o una campaña de publicidad en la que dance el dinero derramada a espuertas. Algunas veces, también, el temperamento, el estudie, el raro toque de genialidad. .. Pero al cine’ no le hacen los «4delo en realidad, los ídolos» no han conducido nunca, en nada, a ninguna parte buena aunque de inmediato rindan pingües beneficios ; nl los directores, ni los productores. aisladamente ; porque el cine e un çon. glomerado de esfuerzos y nunca se sabe si ese granito dc arena lue aportan la aviosa, el segando ayudante del primar aunillar del dhlec. . ter, el secretario de rodaje, el obrero decorador o el que atiende as -llamadas del teléfono, es el que verdaderamente sostiene ese porte,4o. so castillo de naipes con tantos reyes de baraja expuestos slemjre a los vientos adversos. jg ‘ynii Poveda Martín, notario del Ilustre Colegio de nuestra Los «héroes» anónimós al fin, humanos se creen irnportantes, ciudad, pmaedleno al sorteo de los premios «Kojster» concedidos a porque el cine es veneno mús o menos lento, pero smpre avo. }e acorlantes del coucuruo «Una cara de ángel». Asistieron al sortee Lo son bastante menos de lo que ellos piensan. Pero... ¿quién, en con- defl ‘Zlrealo Pnpe, consejero delegado de Filmax, S. A. ; don Santia. ciencia se atrevéria a negar que am ellos el eme ese ee e todos go Campo.‘ao-4o.puuheidad de la nuasna flema , el señor Maldonado, po4emos encontrar en un local de nuestra esquina no eulsia? de la empresa del cine Alexandra, y- varios concursantea Ti yO . LI HOY, VIERNES, I1IOCH - IflflUEURIJCIOfl OFICIflL DE Lfl TEmPo RD! ( lflEfl1f.TOGRRFlCfl ESTRENO EN ESPAÑA del fUmWarner Bros en TechnicoÍor, que Vega a nues tras pantaIas precedido de los máximos elogios y amparado por las más favorables críticas e WARNEP BROS.ESEN ¿SEACUERDA UD. DE LOS TERRIBLES? 1. su profanisfa e; DARRY COWL Para esta película Cesare Za. vattini hizo bajar del cieló mul. tifor-me y vivo de Nápoles una voz que dice : A las seis de tarde- -comi-ens e Jui-o Uní- versal!».- El ha imaginado cómo, sólo al escuchar esta vos, la gen- te se comportaría ; cuáles serían tas», «Umberto D.», «Milagro en sus reacciones. Y entonces vemos Milán», zEl techo», «La ciociar» que las conciencias adormecidas y ahora «El Juicio Universal». se enáienden; que se insinúa el Para el futuro De Sica, hará con temor a lo des-conocido. Los po- guión mio, un episodio de «Bo. - codos se vuelven una insosteni- caccio lo», «Los secuestrados de - ble carga que se comienzan a des Altona», «Diario de una mujer» contar inmediatamente con el y «Diario de un hombre». terror, la cobardía, la meuquin dad. En una galería de persona- jes que se mueven como en una balada los pecados toman forma y consistencia haciezído salir a flote la verdadera personalidad de cada uno. 5 trata así de un gran fresco donde se mueven de. ¡Lo risa en persona! Desde la Iagun vneciana La expectación por el campeøato italianodesvía la atencIón del Torneo Cinematográfico : : Un fEm checos’ovaco y otroamericano , (De nuestro enviado especial JÓSÉ SRGRÉ) De nuestro envido especial cia del campeonato, el ftboi ha años, e incurre en una insisten. JOSE SAGRE desviado la atencióñ de la com- te gratuitad de simbolismos fe- Incluso aquí, a orillas del petición cinematográfica para te- lices faciles, hoY totalmente su Adriático, en ese pequeño mundo nerla pexdiente de lo que ocurre perados. La interpretacion es cinematográfioo que es la isla del en los estadios italianos. No lejos buena. Ádo, siquiera ea por la inmin.en- de aquí en el campo del Vene- Estados tlnMos ia presentado . -, cia, este equipo ha de en-tendérse- por su parte el film invitado .— las —— y en estos -momentos ha «Summer ánd Smo-ke» realiza- sucumhico por un gol a cero, el ción del director inglés Peter potente Florentina, y -los peno- Glenvine, Pasado en la novela dicos todos conceden grandes es- homónima de Tannessee Wiliams pacios a esta primera fase in nombre dará de por sí idéa cial del espectacular torneo que del carácter del tema, como to tiene -en vilo la espectacióri de dos -los suyos audaz, escabroso, los italianos y es seguida con. par- en el que el sexo juega parte muy ticular interés en -los medios: fut- importante. Aquí, de todos mo- bolísticos -extranjeros, especial- doe, se opone la materia al es- rneiite ahora, casi en vísperas de píritu. Es la historia de una sol- los cainpeopatos mundiales; los tero-na de treinta y tantos años equipos de este pais han ido a que. néga tare a la gran aventu la recluta de 1-os mas famosos ra del amor, porque en exceso jugadores y se cuenta que de los contenida no alcanza compren- 198 que hoy estarán presentes der Ja realidad de -la stu-ación en lova-qui-a ha presentado -1-a reali- existencia. Asustada de -log zación de Vaklav Kraka «-Cuan- avances del joven de quien está ‘do -el árbol florecerá», cuya his-. enamorada, su razón se revuelve en el torneo, 40 proceden del ex- contra la debilidad de • la carne, tranjero. -- y cuando más tarde pretende re- Entretanto sigue aquí su cesa- cuperar el momento después de rrollo el certamen cinemat-ogra. determinad-os dramáticos sucesos, fico en el curso del cual Checos- el jovun ha reaccionado, y aca toria se desenvuelve en un medio llado el deseo, siente por ella un campesino, en el seno de una’fa- simple afecto espiritual. La pe milia dividida, egoista e ignara, lícula es indhdabiemente teatral representativa aquí de un estaco por su composición, retórica en de incultura que la desidia de un diálogos, -alghnos muy jugo- régimen tuvo en total olvido. El pero está realizada con bue «árbol que ha de florecer» , se- na mano, llevada don progresivo gún -el autor, es del socialismo, interés y en momentos, con fuer- promesa de libertad y de cultura tensión dramática. Es en suma, para todos, del que se hace propa- dentro de 1-os límites apuntados, gador un muchacho, tachac.h de una buena realización a -la que soñador, que sale del pueblo para suma una -estupenda interpre trasi-adarse a la ciudan, no sm tación de Geraldine Page a la que antes haber sembrado la semi- da excelente réplica Lawrence li-a en -el alma de una comp-an.era Ilarvey. p, ._ suyacíe infancia que acabará por es-capar de su casa para ir a unir- ________________________________ sele, precisamente cuando esta- liada la guerra que -será la caída U-el imperio, -la movilización ha TODOS S embarcaco al muchacho la aven- , . - tura bélica. Pero la joven tendrá agina eci ante sí un mundo nuevoric-o en - promesas y un mañana mejor. - ca El discurso de Kraka ti-ene cier- . - tos momentos de elocuencia, pero - en general su film -se ajusta a ____________________ una técnica vieja de no pocos --- - -PRflIIUCCIIJ ilE FII.EO ZINRIMAN IYllIíIllhI ç DINAMEEIRI - :-.it) DIRECIbR: --;1] L_.r;aI7L._1•llItI(41;0] «Creo que De Sica y yo así termina Zavattini sus pala bras sobre «El Juicio Universal» debemos estar satisfechos de la película. Bajo su direción tos muchos actores han rendido, co- co de costumbre, en modo exce lente. El dialecto napolitana que se les ha dado en el doblaje es - . un elemento preciso del lenguaje —-- - de la ‘película, una contribución PORL DIVER TIDR RU- no -una fácil cadencia para - esencial para su éxito expresivo una «napolitización» de dudoso IFI DEL RIJOR... ¡HCfl gusto. Del mis-mo modo que es LRS íflRS ORIGIflRLES fundamental, en -la lógica conolu Sión de e-sta historia, el final LIRCRC 1 0 fl S En en colores que ambos . hemos querido en plena funcion-alidad ISCHIR! on ci blanco y negro de todo el resto, puesto que esta solución - que se manifiesta en la -pan- talla cdii -la frescura de una fe- lix invención —, tiene el signifi cado del alegre retorno a la nor ‘malidad de la vida después de la pesadilla ora dramática y ora jocosa del tan temido y ámena zador <(JUiCiO universal». tIna de las urde sensaelonale$ películas del año, cuya Únlea dificultad para el crítico estriba en aplicarle el caüfioative - encomiástIco más adecuadó que haga justicia a .su indudable calidad. - - VA1IIET - - EL LOCAL SE HALLA - MAGNIFICAMENTE REFRIGERADØ POR EL SISTEMA «CARRIER» VENTA ANTICIPADA DE LOCALIDADES r_I _i Una estafa de ciíco millones dI francos que se c3nvierten en cinco millones de iiii 11 1 1 1 1 * 1 1 U 1 1 1 1 1 1 1111— carcajad’s -(APTA PARA MENORES) -..) i-ii-i1 No nos engafie-mos.:L —prc,o, MMP ITCu $Sn.*NCotLR ;DOMENICO MODUGNO! ¡MINAl... ¡Y sus másbollas - caneloncó ! - HOY, OlA 1 DE SEPTIEMBRE, A ÉAS W40 DE LA NOCHE ASTORIA - CRISTINA -‘-e-— «EL ICEBERG SUECO» N ROMA cEI 1ceberg Surco» es el apodo con que Hab Rape rehautiró a la ber’ mesa aeti5z Anita Ekberg cuando ésta, recién lleguda s Hollwood des- pués de haber actuado como modelo en Suecia, entró a formar parte del espectáculo televis-ade que dirigía el gracioso actor. Este fué, en realidad, el primer paso huela la laxan dado por Anita Ekberg. A re. seltas de este pÉograrna de televislén, Ja Warner la contrató hnnedla’ Lamente, confiándole un breve cometido en la película «Biood Ailey»,, a la que siguen viwisa otees títulos. interpietad.s para la Paramount y que culminan con o-aerrn y paz». Con esto último film, producido en estirtlios italianos, Anita EkbO±g decidió su destino : se quedaría en Europa, disiie las epertauldades -y los contratos le llovían, Así, apa.. rece en diversos films, tales corno «:Z&’5k», «Policía Internacional», - «Apocalipsis en el Río MuariHo» y -La dulce vida», ja discutida pe. licata de EclI-ini que consigue multiplicar la unlyersal fanra. 4e1 «lee. berg Sueco». Una do las últimas interpretaelones de Anita Ekberg es el IlIm en Dyaliscope y Eastmancolor «Bajo el signo de Rom, donde su belleza, al personificar a una reina de SirIa en rebeldía contra Roma, alcanza toda su plenitud. Acompañan a Anita Ekbcrg en el re- parto de «Bajo el signo de Roma», realización de Guido Brignone, Georges Marchal, Folco Lulli, Lorella de Luca, Jacques Sernas y Gino - Cervi, que se estrenó ayer tarde en los cines Atenas, Vergara y Dorado __—:-—-- - .- seu T R E 1 0 - - UN RELATO AUTENTICO, APASIONANTE Y SOBRECO.. GEDOR DEL ESPIO NAJE RUSO EN EL JAPON DURANTE -- LA S-6UNL-- GUERZ- MiN-DjAL - —.--.-. ‘- --- .-.. e- ?‘ 1S55!jirO - Se despachan localidades con SIETE días de antielpaclén A - s_ ,. - a flunr 1.
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Una - perfcula dedicada a -todos losespaüoes, sin dislincidi de edad ni

mentalidad

- — p-— .sün.is tflCWrx:= ,_, ,,,,,, a ui .óáll55’

Basada en la gran novela delmismo título (PREMIO PLA.

NETA, 1957)Primer Premio Especial delSINDICATO NACIONAL DEL

ESPECTACULO, 1960Primer Premio de la «SEMANA CINEMATOGRAPICA DE

GRANOLLE1t»

JOHN BARRYMORE nació enFiladelfia el 15 de febrero de 1882.Este gran actor, poseedor de unperfil muy nqtable, recibic el ti-tulo de galán número 1 del cinede su época. Murió en plena ma-dures de su carrera, dejando unagran cantidad de, películas : «Ra-Lles», «Beau Brumell», «El hombre y la bestia»-, «La fiera delmar, «Don JUan», «General Grack»,«Arsenio I, u p i n » , «Svengall»,«Gran Hotel», «Rasputmn y la za-rina» (única vez en que actuéjunto a sus hermanos Lionel yEthel), «Romeo ; Julieta» y - «Ma-ría Antonieta». -

«cino todas mis ideas» - di-ce . Cesare Zavattini en vísperasde la presentación de la pelícu-.la, en estreno mundial en laXXII Muestra Internocional deVenecia — ((El Juicio Universal»nació de un punto cualquiera departida. Este punto, aparente-mente insignificante, madurédespuda dentro de- mi; poco apoco se ha ido ensanchando, seha serviOo de otras inspiraciones,ha recurrido a otras historiasque habla ya esbozado, y ha asu.mido en fin las proporciones deun argumento • cinematográfico.En un primer tiempo — si queremos hacer su cronohistoria —

había nacicfo como materia para una - pelIc•ua-revista que debió dirigir Aleesu-ndro BlasettL.Abandonado este proyecto, «ElJulaio Universal» se quedó archi

- vado. Pero de vez en cuando yole daba una morada y me gusta-ba cada vez más. Acerca de éliba formando con el pasar deltiempo una -especie de mosaicoconstituido por tantos episodiosque haia ideado para otra» peltcu’las. y que después, por una uotra rasóri , no había podido realinar. Pos ejemplo i5y un episo-.dio breve que concierne a uncásnueero. En parte debía servirpara una película llamada «El

- camarero». Reducido en su con-cis4&n episódic, lo- he transferido a «l Juicio Universal» y en-.cuentrn que allí está muy bien.De estos ejemplos está geno elargumento. En efecto, «El JuicioUniversal» es una pelícuda deiTarias dimensiones : divertida,satírica, amena, cruda y crítica.Invito al púb’ico a verla teniendo presentes todos estos aspectos. Solamente así se podrá gustar plenamente de ella».

cenas y decenas de personajes.«Es una película» — sigue ex-

plicando Zavattint — «que siguela lúTea de (<Milagro en Ivfiláfl»,(Aun cuando su substancia esrealista, tono fabulista la distirigue de otras obras mías como((El techo» o «Siusció»..

En «-El Juicio Universal»agrega su guionista y escenificador — «la conten-iporaneidod no es muy estricta. Sin embargo,los problemas pasan por un tamiz, de estos prob’emas algunosse refieren • directamente al público de hoy. Si se ha ambientado en Nápoles ha sido para dar-le un sentido concreto. . Es aquí,en esta singular ciudad, que lahistoria. adquiere su peso especffico, terrestre. -Nápoles tiene iaatmósfera apta pa-ra dar a unapelícula tan compleja el carácter de varias facetas o dimOnsionos a ls que me refería antes.Porque es tal vez la única ciudad en el mundo capaz . de sercontemporáneamente alegre, sa-tinca, amena, cruda y crítica».

En Vittorjo De Sica, CesareZavattini encontró ai artista ca-‘paz de materializar sus ideas,de dar a ellas un sentido pro-.fundo, de dar soluciones conimágenes las más propias de unmundo poético común. Es u.ncolaboración que dura desde ha-ce muchos años y que ha mar-codo etapas memorables. «ElJuicio Universal» no es sino unade tantas etapas largas (tal vezla más compleja entre las hastaahora recorndas ) ; mientras queotras están en programa.

«Mi primer guióh — recuer.da Cesare Zavattini — lo di aDe Sica cuando se preparaba aser director, Se titulaba «Demosa todos un caballo balancín» ; pero después río fqé realizado. Co-laboré con él, en forma no oficial, en «Teresa Venerdí»; y I-uego vinieron «Los niños nos mi-ram>, «La puerta dei Cielo»,«Sciuhcia>,, «-Ladrón de h’ric1e-

Ha llegado a mis manos elnúmero 7 de «Cinespaña», órga.no difusor çle «Uniespaña»,creado al estilo de las- revista «Unifrance» y «Unitalla».Editado con buen gusto y pulcritud, «Cinespafa» puede ile-gar a engañar a quienes no es-tan introducidos dentro de larealidad del cine español. Esdecir, con su lectura se adquieron conceptos erróneos.

Me explicaré. -

El editorial, firmado por«Uniespaña», trata sobre <Te.mas españoles». Empieza : «Indudb1emente, el cine de cadanación posee un carácter y unapersonalidad específicas. Tic-non, en cierto modo, un estilo.y ese aire especial, responde(no puede ser de otra manera)a las tendencias nacionales predominantes. Cualquier cine quepretenda realizar películas es-capando de su personalidad, es-

condenado a caer en lo rae-diocre. De esta forma, un es-pectador medio, puede distinguir, sin necesidad de escucharel Idioma en que están habla-das las películas, su naclonali.dad.»

Estoy de acuerdo en que cicine de cada nación tiene — odeberla de tener, mejor — uncarácter y una personalidad Inconfundibles. Algunas cine.niatografías los tienen. Lanuestra, desgraciadamente, también... pero vulgares, adocenades y faltos de inspiración. Sinnecesidad de escapar de nuestra personalidad, caemos en lomediocre. Tal vez nos convendna huir de’ nosotros mismospara evitar la mediocridad. Enotra cosa hay que darle la razón al editorial de «Cinespaña» : sin necesidad de escucharel Idioma, el espectador medioadivina la nacionalidad de lacinta. Desde luego, las pelfculas nacionales se distinguencon el mero uso del olfato. Esun olor caracterftko, a copiay a estrechez mental.

Después de asegurar que ri,es cierto que estemos encajo-nados en una temática feudé-

rica-taurina, luego de hacerdistingos entre los diversosfolklores regionales, - agrega«Uniespaña)>.: «Algún tiempo,sin embargo, se entendió quelos erjuic1amientOs irónicos delinundo de Berlanga, podían serla faceta española. Pero otros,objetaron que no es éste unpaís dado a tomar las cosas abroma (pues, ¿qué sería denosotros sin usar la broma?, se-flores editorialistas) y que, porello, Berlanga era casi una ex-cepción dentro de nuestro ci.ne. Un criterio actual es el deanudar lo español a lo dramátice, y dentro de lo dramático,en lo desgarrado. Tendenciaésta en una línea • que -puedeempezar en Buñuel, para ter-minar en los guiones de Azoo-na, con su última muestra de“El cochecito”, después de pa-sar por Bardem.»

Continúo prefiriendo los muz>-dos irónicos de Berlanga, consu carga de broma e intención,que este «anudar lo español alo dramático y a lo desgarrado». ¿Dónde habrán visto loseditorialistas de «Cinespaña>)este anudamiento? Que le pregunten al público quien es Bu-ñuel y qué películas le hanvisto cii España. Y en cuanto alisiados y a viejos medio chi-fiados los hay en todo el mundo, y con similares reacciones...

En el cine nacional sólo hayun camino : testimoniar. Dejar-se de valores caducos y deaventuras sin garantía. Prohi.bir el rodaje de imbecilidadese invertir el capital en empre-sas qué se augurén de calidad.Hubo Ufl principio de buen ca-mino : «Balarrasa»,- «Surcos,,’,<tBienvenido, Mr. Marshall»,«CÓmicos,> y «Muerte de un ci-dIsta». Después, todo se ha de-rrumbado. - Un maremágnum,un caos de temas, de imitado-nes, de falsedad, de rancio artifidio,.. El cine español no eslo que se ve en las pulcras páginas de «Cinespaña». con rim.bombantes declaraciones deManuel Mur Oti en tomo a su<(Milagro a los cobardes» ; nuca-

tro cine no puede salvarse con -

la guapa Meráedes • Alomo (cu-ya vida se nos explica minucio.samente) ; el cine patrio no tie.nc nada que hacer con filmscomo «El príncipe encadenado»,ni con aportaciones tan débilesa Semanas tan «celebérri’mas» (?) como las de San Jo-sé de Costa Rica, Bogotá y Me.dellmn...

Antes que editar un «órganOdifusor» del cine nacional, hayque organizar dicho cine. Eayque quitarle «1 lastre de loscuplés, de los tangos y de lóstonadillas ; hay que arrancarlodel sainetillo madrileño. (conreminiscencias romanas) ; hayque salvarlo de las intrigas«tipo Hitchcock». Y hay queponerlo en órbita de los tina5candentea; de los problemashumanos, sociales y de conciencia. Menés crédito sindical ymás crédito intelectuaL..

En l penúltimo párrafo, co-menta el inefable editorialistade «Uniespaña» : «Queremos se-ñalar que este criterio no estáreñido con nuestra forma deser, y ‘que tiene expresionesgloriosas en nuestra pintura yliteratura (se refiere a lo del“anudamiento entre lo español,lo dramático y lo desgarrado”).Pero resulta erróneo, en el cine

- español como en el de cual-quler otra nacionalidad, circunscribirlo a una concreta fa-ceta expresiva.»

La divagación hace bonito.Lás únicas concretas facetasexpresivas que ahora recuerdoSan las de un film muy reden-te, con tangos y canciones, - enque «para que el público no.se despiste» y cuando aparecentarjetas postales del «king- -

Ben», de la torre de Pisa y delmonumento a Colón ( fondos deuna canción) se completan conunos l?treros indicadores de«Inglaterra». «Italia», «Barcelona». . . Señores, qué facetas ex-prsivas tiene el cine capa-fiolL.. -

Pedro BALART CODINA

. - ‘iD’ 71-71TTTITT iJ4U

h3ba ch «El Jucio Univers u» y de sucoabraciÓi con Vttrio- do Sica

LAS UVAS VERDES DEL VERANO

. El cine, caDtera de “héroes” au6iiinOa

Por UXM COTEl cine, espejo de nnumerabIes sugestiones, nos eflga a abteni

das y en ese engafo hallamos el Inejór de sus encantos; perq*e alIgual que no hay peor sordo que quien no quiero oúÇ tarnpooo eemayor engañado que quien, voluntad, corre en pos del engaño eeet toro tras el trapo rojo.

La gran mentira- de mentiras tIene también no obstante, ss gtandes verdades. Verd3des como esa que nos lis traído la prensa de eLofiltimos días, descubriéndonos el paso por Tánger de Jeannette MaeDo.fluid, enrolada en una compañía circense. Algunos — tal vez mu.chos — de ustedes recordarán a Jeamiette, espléndida rubín qe os

. deseubrid la musicalidad. del ohio en «El desfile del amor», cuya «Marecha de los Granaderos» era, en 1929, música de fondo en el Palacio 1de Proyecciones de nuestra Exposición Internacional. «La espla dóCastilhi» ué su beneficio y despedida de Ja gloria cinematogrdfioa;pero si una interpretación suya pesa en el recuerdo es la ue realizóen «Rose Marie», una blanda comedia musical que le Iba muy biena la blandúra natural de Jeamiette, nunca actriz brilante, pero quecantaba can voz y estile que no han sido heredados por los berrean-tea de hoy.

Pero nos eStamos yendo de! tema de este comentario. •

cine tiene unos «héroes» anónimos que en la mayoría de loscasos mueren en olor de santidad profesional. Hay en él muchas Jean-netes que viven su hora triunfal, su hora de fama proyectada en el mundo entero. Hay celebridades’ que nunca fenecen — como CharlieCháplin — o que viien de las rentas de ún crédito — como Greta Gar.bo —- que tal vez no resistiera en la actualidad una revisión basada en nuevas interpretaciones. (Mérito de la retirada a tiempo.) Pero entre Aquí aparecen los principales protagonistas de la extraordinaria pro-

. el alborear y el crepuseulo de tanta gente que ha sido famosa existe ducción Wai-ner aros., en technieoler, «Tres vidas errantes», que con- un enlace silencioso, gns de una grisura aplastante, y que, sin orn-, noche en el elegante cine Tívoli.. bargo, es en la mayoria de los casos el soporte sobre el cual se asienta afidonads ya habrán cenecide a tdes los que forman€ata grande y’maravillosa mentira del cine dirsgido a los multitudes, y no son otras qea Deborab Kere, R$ertdci eme que hemos dado en llamar «taqw1lro» ; es decir, del cine ustt y Giynis Johnsvexdad; porque la verdad inmediata del cine — hoy por hoy — e ser.

.wir a espectáculo.Son «héroes» anónimos del cine las gentes envenenadas de oehdoi

de que pululan por los estudios, desde el productor ejecutivo que man.ta el gran tinglado financiero, a la aviesa que quema las últimas lucesde sus ojos recomponiendo los trajes de las «estrellas», pesando porla muchacha «que les hace la “cara”» y el recadista que les proourael café con leche o el coiiac que vuelve a templarlas después de unaactuación ante las cámaras Lo son, también, los chicos d laboratorio,Que pasan muchos años aprendiendo el oficio y al cabo del po seencuentran con un fotógrafo recién llegado, que sabe mM que Lepo, ypretende enseñarles cómo se revela un negativo. Son. . . tantos y tantasque nunca serán famosos, que no tendrán notoried y, en muchoscasos, ni siquiera nominación en esos pesadísimos «cartones», e letreros, de la portada, que permanecen estoicos en su puesto, año tras ao— por los siglos de los siglos si el cine siglas de eniatenela tuviora yel cuerpo diera para tanto aguanto — en quienes el cine se mira ytiene continuidad. Porque a las «estrellas» las hace la ocasión, lamoda, una caída de ojos, un corte de pelo, un seer conbuenas yen.tas o una campaña de publicidad en la que dance el dinero derramadaa espuertas. Algunas veces, también, el temperamento, el estudie, elraro toque de genialidad. . . Pero al cine’ no le hacen los «4delo — enrealidad, los ídolos» no han conducido nunca, en nada, a ningunaparte buena — aunque de inmediato rindan pingües beneficios ; nl losdirectores, ni los productores. aisladamente ; porque el cine e un çon.glomerado de esfuerzos y nunca se sabe si ese granito dc arena lueaportan la aviosa, el segando ayudante del primar aunillar del dhlec.

. ter, el secretario de rodaje, el obrero decorador o el que atiende as-llamadas del teléfono, es el que verdaderamente sostiene ese porte,4o.so castillo de naipes con tantos reyes de baraja expuestos slemjrea los vientos adversos. jg ‘ynii Poveda Martín, notario del Ilustre Colegio de nuestra

Los «héroes» anónimós al fin, humanos — se creen irnportantes, ciudad, pmaedleno al sorteo de los premios «Kojster» concedidos aporque el cine es veneno mús o menos lento, pero smpre avo. }e acorlantes del coucuruo «Una cara de ángel». Asistieron al sorteeLo son bastante menos de lo que ellos piensan. Pero... ¿quién, en con- defl ‘Zlrealo Pnpe, consejero delegado de Filmax, S. A. ; don Santia.ciencia se atrevéria a negar que am ellos el eme — ese ee e todos go Campo. ‘ao-4o.puuheidad de la nuasna flema , el señor Maldonado,po4emos encontrar en un local de nuestra esquina — no eulsia? de la empresa del cine Alexandra, y- varios concursantea

Ti yO . LIHOY, VIERNES, I1IOCH -

IflflUEURIJCIOfl OFICIflL DE Lfl TEmPoRD! ( lflEfl1f.TOGRRFlCfl

ESTRENO EN ESPAÑA del fUm WarnerBros en TechnicoÍor, que Vega a nuestras pantaIas precedido de los máximos

elogios y amparado por las másfavorables críticas

e WARNEP BROS.ESEN

¿SE ACUERDA UD.DE LOS TERRIBLES?

1.

su profanisfa e;

DARRY COWL

Para esta película Cesare Za.vattini hizo bajar del cieló mul.tifor-me y vivo de Nápoles unavoz que dice : A las seis de 1»tarde- -comi-ens e Jui-o Uní-versal!».- El ha imaginado cómo,sólo al escuchar esta vos, la gen-te se comportaría ; cuáles serían tas», «Umberto D.», «Milagro ensus reacciones. Y entonces vemos Milán», • zEl techo», «La ciociar»que las conciencias adormecidas y ahora «El Juicio Universal».se enáienden; que se insinúa el Para el futuro De Sica, hará contemor a lo des-conocido. Los po- guión mio, un episodio de «Bo.

- codos se vuelven una insosteni- caccio lo», «Los secuestrados de- ble carga que se comienzan a des Altona», «Diario de una mujer»

contar inmediatamente con el y «Diario de un hombre».terror, la cobardía, la meuquindad. En una galería de persona-jes que se mueven como en unabalada los pecados toman formay consistencia haciezído salir aflote la verdadera personalidadde cada uno. 5 trata así de ungran fresco donde se mueven de.

¡Lo risa en persona!

Desde la Iagun vneciana

La expectación por el campeøato italiano desvíala atencIón del Torneo Cinematográfico : : Un fEm

checos’ovaco y otro americano, (De nuestro enviado especial JÓSÉ SRGRÉ)

De nuestro envido especial cia del campeonato, el ftboi ha años, e incurre en una insisten.JOSE SAGRE desviado la atencióñ de la com- te gratuitad de simbolismos fe-

Incluso aquí, a orillas del petición cinematográfica para te- lices faciles, hoY totalmente suAdriático, en ese pequeño mundo nerla pexdiente de lo que ocurre perados. La interpretacion escinematográfioo que es la isla del en los estadios italianos. No lejos buena.Ádo, siquiera ea por la inmin.en- de aquí en el campo del Vene- Estados tlnMos ia presentado. -, cia, este equipo ha de en-tendérse- por su parte el film invitado

.— las —— y en estos -momentos ha «Summer ánd Smo-ke» realiza-sucumhico por un gol a cero, el ción del director inglés Peterpotente Florentina, y -los peno- Glenvine, Pasado en la noveladicos todos conceden grandes es- homónima de Tannessee Wiliamspacios a esta primera fase in nombre dará de por sí idéacial del espectacular torneo que del carácter del tema, como totiene -en vilo la espectacióri de dos -los suyos audaz, escabroso,los italianos y es seguida con. par- en el que el sexo juega parte muyticular interés en -los medios: fut- importante. Aquí, de todos mo-bolísticos -extranjeros, especial- doe, se opone la materia al es-rneiite ahora, casi en vísperas de píritu. Es la historia de una sol-los cainpeopatos mundiales; los tero-na de treinta y tantos añosequipos de este pais han ido a que. néga tare a la gran aventula recluta de 1-os mas famosos ra del amor, porque en excesojugadores y se cuenta que de los contenida no alcanza compren-198 que hoy estarán presentes der Ja realidad de -la stu-ación enlova-qui-a ha presentado -1-a reali- existencia. Asustada de -logzación de Vaklav Kraka «-Cuan- avances del joven de quien está‘do -el árbol florecerá», cuya his-. enamorada, su razón se revuelveen el torneo, 40 proceden del ex- contra la debilidad de • la carne,tranjero. -- y cuando más tarde pretende re-

Entretanto sigue aquí su cesa- cuperar el momento después derrollo el certamen cinemat-ogra. determinad-os dramáticos sucesos,fico en el curso del cual Checos- el jovun ha reaccionado, y acatoria se desenvuelve en un medio llado el deseo, siente por ella uncampesino, en el seno de una’fa- simple afecto espiritual. La pemilia dividida, egoista e ignara, lícula es indhdabiemente teatralrepresentativa aquí de un estaco por su composición, retórica ende incultura que la desidia de un diálogos, -alghnos muy jugo-régimen tuvo en total olvido. El pero está realizada con bue«árbol que ha de florecer» , se- na mano, llevada don progresivogún -el autor, es del socialismo, interés y en momentos, con fuer-promesa de libertad y de cultura tensión dramática. Es en suma,para todos, del que se hace propa- dentro de 1-os límites apuntados,gador un muchacho, tachac.h de una buena realización a -la quesoñador, que sale del pueblo para suma una -estupenda interpretrasi-adarse a la ciudan, no sm tación de Geraldine Page a la queantes haber sembrado la semi- da excelente réplica Lawrenceli-a en -el alma de una comp-an.era Ilarvey.

p, ._ suya cíe infancia que acabará pores-capar de su casa para ir a unir- ________________________________sele, precisamente cuando esta-liada la guerra que -será la caídaU-el imperio, -la movilización ha TODOS Sembarcaco al muchacho la aven- • , • .

- tura bélica. Pero la joven tendrá agina eciante sí un mundo nuevoric-o en • -promesas y un mañana mejor. - caEl discurso de Kraka ti-ene cier- . -tos momentos de elocuencia, pero -en general su film -se ajusta a

____________________ una técnica vieja de no pocos --- -

-PRflIIUCCIIJN ilEFII.EO ZINRIMANI IYllIíIllhIl

ç DINAMEEIRILE -

:-.it) DIRECIbR:

--;1]

L_.r;aI7L._1•llItI(41;0]

«Creo que De Sica y yoasí termina Zavattini sus palabras sobre «El Juicio Universal»— debemos estar satisfechos dela película. Bajo su direción tosmuchos actores han rendido, co-co de costumbre, en modo excelente. El dialecto napolitana quese les ha dado en el doblaje es

- . un elemento preciso del lenguaje—-- - de la ‘película, una contribución

POR L DIVER TIDR RU- no -una fácil cadencia para- esencial para su éxito expresivouna «napolitización» de dudosoIFI DEL RIJOR... ¡HCfl gusto. Del mis-mo modo que es

LRS íflRS ORIGIflRLES fundamental, en -la lógica conoluSión de e-sta historia, el finalLIRCRC 1 0 fl S En en colores que ambos . hemos

querido en plena funcion-alidadISCHIR! on ci blanco y negro de todo el

resto, puesto que esta solución- que se manifiesta en la -pan-talla cdii -la frescura de una fe-lix invención —, tiene el significado del alegre retorno a la nor‘malidad de la vida después dela pesadilla ora dramática y orajocosa del tan temido y ámenazador <(JUiCiO universal».

tIna de las urde sensaelonale$ películas del año, cuya Únleadificultad para el crítico estriba en aplicarle el caüfioative

- encomiástIco más adecuadó que haga justicia a . su indudablecalidad. -

- VA1IIET -

- EL LOCAL SE HALLA - MAGNIFICAMENTE REFRIGERADØPOR EL SISTEMA «CARRIER»

VENTA ANTICIPADA DE LOCALIDADES

r_I _iUna estafa de ciícomillones dI francosque se c3nvierten encinco millones de

iiii 1 1 1 1 1 1 * 1 1 U 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1—

carcajad’s-(APTA PARA MENORES)

-..)

i-ii-i1

No nos engafie-mos.:L’—prc,o, MMP ITCu

$Sn.*NCotLR;DOMENICO MODUGNO!¡MINAl... ¡Y sus más bollas

- caneloncó ! -

HOY, OlA 1 DE SEPTIEMBRE, A ÉAS W40 DE LA NOCHE

ASTORIA- CRISTINA

—-‘-e-—

«EL ICEBERG SUECO» N ROMAcEI 1ceberg Surco» es el apodo con que Hab Rape rehautiró a la ber’mesa aeti5z Anita Ekberg cuando ésta, recién lleguda s Hollwood des- pués de haber actuado como modelo en Suecia, entró a formar partedel espectáculo televis-ade que dirigía el gracioso actor. Este fué, enrealidad, el primer paso huela la laxan dado por Anita Ekberg. A re.seltas de este pÉograrna de televislén, Ja Warner la contrató hnnedla’Lamente, confiándole un breve cometido en la película «Biood Ailey»,, ‘

a la que siguen viwisa otees títulos. interpietad.s para la Paramount yque culminan con o-aerrn y paz». Con esto último film, producido enestirtlios italianos, Anita EkbO±g decidió su destino : se quedaría enEuropa, disiie las epertauldades -y los contratos le llovían, Así, apa..rece en diversos films, tales corno «:Z&’5k», «Policía Internacional», -

«Apocalipsis en el Río MuariHo» y -La dulce vida», ja discutida pe.licata de EclI-ini que consigue multiplicar la unlyersal fanra. 4e1 «lee.berg Sueco». Una do las últimas interpretaelones de Anita Ekberg esel IlIm en Dyaliscope y Eastmancolor «Bajo el signo de Rom, dondesu belleza, al personificar a una reina de SirIa en rebeldía contraRoma, alcanza toda su plenitud. Acompañan a Anita Ekbcrg en el re-parto de «Bajo el signo de Roma», realización de Guido Brignone,Georges Marchal, Folco Lulli, Lorella de Luca, Jacques Sernas y Gino

- Cervi, que se estrenó ayer tarde en los cines Atenas, Vergara y Dorado

__—:-—-- - .- seu T R E 1 0 - -

UN RELATO AUTENT ICO, APASIONANTE Y SOBRECO..GEDOR DEL ESPIO N AJE RUSO EN EL JAPON DURANTE

-- LA S-6UNL-- GUERZ- MiN-DjAL- —.--.-. ‘- --- .-.. e- ‘

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1S55!jirO -

Se despachan localidades con SIETE días de antielpaclénA - s_ ,. - a flunr

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