PosgradoenHistoriografía

HISTORIOGRAFÍAGENERALDELACOLONIA

(PROGRAMAGLOBALYGUÍADETRABAJO)

(Maestría)

(clave:1256002;horasteoría:4;horaspráctica:0;créditos:8;tipo:obligatoria)

Dra.DannaAlexandraLevinRojo(UAM-A)

Dra.MarthaOrtegaSoto(UAM-I)(Septiembrede2017)

Nota:

Con el fin de apoyar puntualmente los proyectos de investigación de cada alumno, se elaboranprogramasindividualesentornoalaproblemáticaplanteadaenlacarátulacorrespondientealaUEA.

INTRODUCCIÓN

Este curso general de historiografía colonial hispanoamericana busca proporcionar al estudiante

una visión panorámica de la producción historiográfica de los siglos XVI al XVIII en la Nueva

España que le permita identificar los principales géneros discursivos y formatos que se

desarrollaron en el periodo. Sin embargo, más allá de la enunciación de autores, obras y contenidos,

la UEA se orienta hacia el análisis y comprensión de la relación que existe entre los temas que

ocuparon a los autores, su temporalidad, la espacialidad, los principios dominantes y el discurso

que subyacen en su escritura. Asimismo, se propone acercar al alumno a la práctica historiográfica

contemporánea, mostrándole ejemplos significativos de esta clase de análisis a través de autores

cuyas contribuciones a la historia de la historiografía colonial han sido cruciales, como Edmundo

O’Gorman, Serge Gruzinski, Margo Glantz o Anthony Pagden. A través de estas lecturas el

alumno se enfrentará con algunos problemas fundamentales de interpretación que los historiadores,

antropólogos y críticos literarios dedicados al estudio del “Nuevo Mundo” debaten en la actualidad.

Dada la vastedad y diversidad de la producción historiográfica de la época colonial y los

límites que impone la duración trimestral del periodo lectivo, se ha preferido organizar la presente

UEA a partir de fuentes secundarias, complementadas con el análisis directo de algunas fuentes

primarias. El propósito es dotar al estudiante con las herramientas básicas que le permitirán

abordar el trabajo con fuentes primarias en otras UEA de carácter monográfico, o bien en el curso

de su propia investigación. Tanto la selección de lecturas como la estructura de la UEA parten del

entendido de que la historiografía colonial hispanoamericana sólo puede comprenderse inserta en

el contexto más general del predicamento cultural y político que le dio origen. Es decir, la doble

fractura que provocó en la cosmovisión europea y sus contrapartes indígenas lo que Georges

Baudot ha llamado el “encuentro de los dos mundos”,1 así como las exigencias pragmáticas del

proyecto de dominación imperial de la Monarquía Española y los conflictos que ésta enfrentó con

otras potencias imperiales.

Se revisarán las profundas transformaciones cosmológicas y filosóficas con las que arrancó

el proceso de incorporación de las Américas al mundo occidental, pues su inesperado hallazgo

puso en tela de juicio las ideas que la cristiandad se había forjado en los ámbitos de la geografía, la

naturaleza humana, la teología y la historia natural. Este desacomodo de las nociones vigentes

sobre el orden de las cosas creadas, y el predicamento teológico-político a que dio lugar están en el

origen de la práctica historiográfica americana, entendida América no como un espacio geográfico

sino, en concordancia con Edmundo O’Gorman, como un ente socio-político-territorial nuevo,

inexistente antes de 1492 con esa identidad.2

Una vez que las empresas más urgentes de exploración y conquista afianzaron el control

sobre un territorio significativo y se compiló información básica sobre las creencias y costumbres

de los indígenas, la topografía, el clima, la flora y la fauna del territorio conquistado, el asombro

inicial dio paso a las tareas de organización jurídico-administrativa tanto en el ámbito civil como el

eclesiástico. Con ello cristalizó una normatividad institucional que prestó a la escritura histórica

nuevos propósitos y marcos referenciales. Es así como el formato mismo de la narración histórica

–en tanto historia rerum gestarum– sufrió un dislocamiento en y frente al Nuevo Mundo. Si desde

la antigüedad clásica la Historia se definía como la narración no de la totalidad absoluta de los

acontecimientos humanos sino, únicamente, de aquellos cuya impronta determina la vida social del

1 Georges Baudot, México y los albores del discurso colonial, México, Editorial Patria, 1996 (Nueva Imagen). 2 Edmundo O´Gorman. La invención de América. Investigación acerca de la estructura histórica del Nuevo Mundo y del sentido de su devenir. México, Fondo de Cultura Económica/SEP, 1984 [1958] (Lecturas Mexicanas 63).

hombre en el ámbito institucional de la política, en torno a la realidad americana pareciera que

todo fue digno de registrarse, sin que resultara claro cuál era el orden y la jerarquía que debían

guardar entre sí las noticias recopiladas. No es casualidad entonces, como observa O'Gorman, que

Pedro Mártir de Anglería escogiera el formato epistolar, de suyo poco riguroso y sistemático, para

permitirse recoger toda clase de anécdotas y descripciones, sociales o naturales, y tampoco que

justamente en América, Gonzalo Fernández de Oviedo escribiera una Historia General y Natural

de las Indias, o Joseph de Acosta una Historia natural y moral de las Indias.

En las últimas décadas esta dimensión fundacional del descubrimiento de la alteridad a

través de la confrontación con lo inédito americano, que de acuerdo con Antonello Gerbi se

configuró en las discusiones de la naturaleza del indio como “un caso particular de la salvación de

los infieles”,3 ha sido objeto de reflexión también en los campos de la antropología y la crítica

cultural y literaria, con fructíferos resultados que ofrecen perspectivas interesantes para el análisis

historiográfico. Autores como Tzvetan Todorov (The Conquest of America: The Question of the

Other, 1984) o Peter Mason (Deconstructing América, 1990) pusieron en el centro del debate el

problema de “la diferencia” y sus múltiples representaciones, así como la forma en que éstas

operan en las relaciones políticas de dominación-subordinación. Un fruto más reciente de este tipo

de análisis ya en el campo de la historiografía es, por ejemplo, el trabajo de José Rabasa (Writing

Violence in the Northern Frontier. The Historiography of Sixteenth Century New Mexico and

Florida and the Legacy of Conquest, 2000). Otros autores como Johannes Fabian (Time and the

Other. How Anthropolgy Makes its Object, 1983), Anthony Pagden (La caída del hombre natural:

3 Antonello Gerbi, La naturaleza de las Indias nuevas. De Cristóbal Colón a Gonzalo Fernández de Oviedo. 1978, p. 21.

el indio Americano y los orígenes de la etnología comparativa, 1988 [1982]) o Bernard McGrane

(Beyond Anthropolgy. Society and The Other, 1989), por su parte, han demostrado que este

rompimiento en el orden epistemológico del pensamiento cristiano está en el origen del relativismo

que acabó por convertir al "Otro" no europeo en el objeto de estudio de una nueva disciplina —

nacida en el siglo XIX y enfocada en la diversidad cultural— que hoy conocemos como

antropología.

La colonización y el establecimiento de la sociedad novohispana propiciaron la

interrelación entre los pueblos nativos y los inmigrantes europeos, españoles principalmente. La

convivencia entre ambos implicó procesos de dominación y de interculturalidad. En este sentido,

para incorporar a la población nativa a la cristiandad los religiosos comprendieron la necesidad de

conocer a profundidad su cultura y cosmovisión. Por esta razón en el siglo XVI produjeron

crónicas de carácter enciclopédico sobre el mundo indígena, tratados y manuales para extirpar la

idolatría. Posteriormente los misioneros comenzaron también a dar cuenta de los progresos de la

evangelización y las labores de su orden en la crónica provincial y conventual. Al mismo tiempo

los descendientes americanos de los españoles poco a poco forjaron una identidad diferente a la de

los conquistadores y primeros pobladores, a partir de la cual reclamaron el derecho de disponer de

los recursos naturales y humanos novohispanos, así como gozar los mismos privilegios que los

peninsulares. En las crónicas e historias que escribieron argumentaron a favor del reconocimiento

de su calidad moral e intelectual frente al discurso que los europeos ilustrados desarrollaron sobre

la inferioridad de las sociedades americanas.

La historiografía contemporánea distingue tradicionalmente tres ejes principales que nos

permiten hacer una tipología de las obras escritas por los europeos en España y sus colonias

americanas. A saber, el de los soldados, capitanes y aventureros laicos con participación militar; el

del Estado, que se encarna en el aparato burocrático-administrativo diseñado por la Corona e

impuesto gradualmente en los territorios sujetos a su dominio; y el de la Iglesia, representado tanto

por las órdenes mendicantes encargadas de la evangelización como por el clero secular y su

jerarquía. Sobre esta primera trama se ha señalado una segunda división de orden más bien

temporal que separa a la etapa de conquista y colonización, fuertemente marcada por los conflictos

y negociaciones entre estos tres elementos, de una segunda etapa caracterizada por el surgimiento

de una conciencia criolla y una identidad americanista que, tiempo después, desembocó en los

procesos de independencia y en la que el principal conflicto se desplazó hacia un enfrentamiento

entre el mundo americano y el peninsular. Si bien en el territorio americano que ocupó el imperio

español existían diversas tradiciones indígenas de escritura y registro del pasado antes de la

llegada de los europeos, algunas de las cuales continuaron y se modificaron durante el periodo

colonial, esta UEA se enfoca en la producción historiográfica de tradición española. Por una parte,

analiza las diferencias entre las crónicas tempranas de conquistadores y misioneros, la obra de los

tratadistas seculares y la crónica conventual. Por otra parte, revisa las variantes discursivas en

torno al ser del americano en la obra de religiosos y laicos novohispanos.

PUNTOS DE LA HISTORIA Y LA HISTORIOGRAFIA COLONIAL HISPANOAMERICANA

(1492-1800) QUE EL ALUMNO DEBERÁ TENER PRESENTES PARA COMPRENDER LA

PRODUCCIÓN HISTORIOGRÁFICA DEL PERIODO

• La variedad lingüística, cultural y geográfica de América. • El programa político-económico-religioso de la Corona española en ultramar. • Las instituciones y el aparato administrativo (Consejo de Indias, Casa de Contratación de

Sevilla, virreinatos, reinos, gobernaciones, capitanías, audiencias, alcaldías mayores, entre los más importantes) que estuvieron a cargo de poner dicho programa en práctica o que se desarrollaron en el territorio americano para dirigir el orden colonial, gobernar, proveer y educar a sus habitantes.

• Los diversos propósitos de la escritura: insertar al Nuevo Mundo en las concepciones filosófico-teológicas vigentes; curiosidad por la naturaleza, los hombres y las costumbres; dar sentido al Nuevo Mundo y a la acción de España en él; exaltar y justificar la acción personal y la de las corporaciones, extirpar la idolatría y evangelizar, construir una identidad americana.

• La polémica sobre la humanidad del indio y la Guerra Justa (Francisco de Vitoria, Juan Ginés de Sepúlveda, Bartolomé de Las Casas).

• La estructura estamentaria de las sociedades coloniales que dio lugar a intenciones diferenciadas de la escritura histórica: los estamentos privilegiados, particularmente, asumirán como su herencia cultural más importante, la española.

• La existencia de relaciones, hojas de méritos y otros documentos que no son crónica ni historia pero se han considerado como fuentes fundamentales para la historia.

• La relevancia diferenciada de los reinos y virreinatos americanos en el sistema del imperio español que llevará a los escritores a exaltar las virtudes y recursos de su propia localidad.

• La polémica desarrollada durante la ilustración acerca de la superioridad de los peninsulares sobre el mundo indiano (instituciones, orden político, naturaleza) que predicaban autores europeos como William Robertson o Cornelius de Pauw, entre otros).

• Las diferencias entre la crónica escrita por los conquistadores y los religiosos en el siglo XVI. Es importante detectar el surgimiento de una crónica oficial, tanto civil como religiosa, con la creación del cargo de cronista cosmógrafo real, por una parte, y la designación de cronistas de las órdenes religiosas cuyas obras constituyen la llamada crónica provincial a partir del siglo XVII.

Para mayor información sobre estos temas puede consultarse la bibliografía general.

ESTRUCTURA DE LA UEA

Uno de los ejes principales que articulan esta UEA (EJE 1) se refiere a las múltiples formas en que

el proyecto imperial de la Monarquía Católica y la voluntad ecuménica de la Iglesia Romana se

vincularon con la cuestión de la naturaleza y el origen del Indio. De esta problemática se

desprenden otros dos ejes (EJES 2 y 3) diseñados para ilustrar cómo las necesidades de la

organización y la administración política y religiosa –junto con el proceso concomitante de

institucionalización jurídica y teológica– dieron lugar a formas peculiares de crónica y escritura

histórica. Géneros a su vez diferentes de las relaciones de méritos y servicios, diarios de viaje y

otras modalidades de escritura testimonial surgidas de la pluma de los conquistadores. A lo largo

del siglo XVII se desarrolló una identidad local diferenciada y una conciencia criolla que, en un

principio intentó adecuarse y encontrar un sitio propio en el proyecto imperial español. Más tarde,

con el cambio de la dinastía gobernante en 1713 esta conciencia criolla se enfrentó políticamente al

modificado proyecto imperial de la Corona y encontró expresión también en la producción

historiográfica criolla que, si bien no recusó la herencia prehispánica privilegió, sin embargo, su

herencia española. Los criollos reclamaron su reconocimiento como súbitos de la Corona en

igualdad social y, en ocasiones hasta política, con los súbditos peninsulares. Este incipiente

regionalismo acabó por definirse en el discurso historiográfico como una negación de la alteridad

del hombre americano, al que se equiparó con el mundo clásico greco-romano y que resulta

análoga a la negación de racionalidad y capacidad de entendimiento que subyacía en las nociones

de conquista legítima y guerra justa sobre las cuales España había fincado su dominio en el siglo

XVI. Aunque esta UEA no tratará la historiografía de tradición indígena, para comprender la

variedad de las prácticas historiales coloniales hispanoamericanas en toda su complejidad, es

preciso tener presente su carácter transcultural, pues la historia de Hispanoamérica en el periodo

colonial se escribió no sólo por autores españoles sino también por indígenas y mestizos.

Es importante que el alumno tome en cuenta que esta UEA está articulada con las UEA de

“Teoría de la Historiografía I: el desarrollo de conceptos, su problematización, su historicidad” y

con el “Seminario de Divulgación de la Historiografía I”. Por lo tanto, sus trabajos deben mostrar

tanto la aplicación de los conceptos teóricos que irá aprendiendo.

EVALUACIÓN

La calificación final estará integrada por la suma de las calificaciones parciales correspondientes a

los trabajos realizados (cuatro en total). Cada una de las actividades (a entregarse con letra times

de 12 puntos y doble espacio de interlineado) tendrá un valor de 25 puntos para sumar un total de

100. El alumno deberá entregar cada actividad en la fecha señalada por este programa. La escala de

calificación es la siguiente:

00-59 = NA, 60-74 = S, 75-89 = B y 90-100 = MB

PROGRAMA DE ACTIVIDADES

Eje 1 (primera parte).- La invención de América desde el viejo mundo.

Fecha de entrega: cuarta semana

Las profundas transformaciones cosmológicas, teológicas y filosóficas con las que arranca el

proceso de incorporación de las Américas al mundo occidental han sido objeto de múltiples

estudios en diferentes ámbitos disciplinarios. En esta actividad el alumno se enfrentará con algunos

de los autores más significativos en este campo de reflexión, comenzando con Edmundo

O’Gorman, pensador cuya reformulación del “descubrimiento de América” como “invención”

abrió la posibilidad de re-pensar la historiografía americana del periodo colonial como un ámbito

discursivo de formulación identitaria más que como un corpus meramente descriptivo de hechos,

experiencias y lugares. Los otros autores que utilizará (Pagden, McGrane y Góngora), apoyados ya

sobre la noción de una América inventada, apuntan de qué manera funcionaron en favor de la

dominación colonial los sistemas europeos de significación y conceptualización. Todos los autores

del eje tratan las fisuras que provocó el “descubrimiento” en la cosmovisión cristiana y las formas

en que los habitantes del Nuevo Mundo fueron concebidos en relación con las nociones vigentes

de justicia, naturaleza, humanidad y razón.

Actividad: En un trabajo con extensión mínima de 7 y máxima de 12 cuartillas (letra times de 12

puntos a doble espacio de interlineado) realice los siguientes ejercicios:

1) lea los siguientes textos, identifique la tesis que postula cada uno de ellos y describa

cómo están elaborados sus argumentos, mencionando el tipo de fuentes que utilizaron y la forma

en que las emplearon.

• O’Gorman, Edmundo. “América.” En Historiología: teoría y práctica. Edición,

introducción y selección por Álvaro Matute. México, UNAM, 1999. pp. 115-153.

• McGrane, Bernard. Beyond Anthropology. Society and the Other. Columbia, University

Press, 1989, pp. 1-42.

• Pagden, Anthony. La caída del hombre natural: el indio Americano y los orígenes de la

etnología comparativa. Traducción de Belén Urrutia. Madrid, Alianza Editorial, 1998

(1982). Capítulos: “La teoría de la esclavitud natural” y “De la naturaleza de esclavosa la

naturaleza de niños”.

• Góngora, Mario. Historia de las ideas en América española y otros ensayos. Compilación,

prólogo y notas de Oscar Julián Guerrero. Antioquía, Universidad de Antioquía, 2003.

Capítulos 2 y 3, pp. 27-120.

2) Sobre la base de estas lecturas explique cómo se alteró la cosmovisión cristiana occidental a

partir del descubrimiento del Nuevo Mundo y los debates que este acontecimiento despertó en el

siglo XVI.

Eje 1 (segunda parte).- Los conquistadores y la administración colonial.

Fecha de entrega: sexta semana.

La segunda parte de este primer eje se ocupa de los autores y los textos que se inscriben en la

esfera secular y pertenecen a las primeras dos tipologías descritas en la introducción: a) soldados,

capitanes y aventureros laicos con participación militar; b) autores que escriben desde una posición

oficial como parte del aparato burocrático-administrativo diseñado por la Corona o por encargo de

alguna instancia oficial. Tiene como objetivo que el alumno conozca documentos escritos por

miembros de la sociedad secular y que distinga los propósitos con los que escribieron los cronistas

conquistadores y aquéllos que escribieron por órdenes del Estado, ya fuera para informar al

gobierno virreinal o metropolitano sobre la situación de los reinos de Ultramar, o bien porque

estuvieron a cargo de redactar crónicas oficiales. Asimismo el alumno reflexionará sobre las

intenciones y motivos con los que realizaron sus obras aquellos autores que escribieron sobre la

historia indiana por iniciativa propia. Para realizar con mayor éxito esta distinción debe apoyarse

en los conceptos de espacialidad, “espacio de experiencia” o “tiempo vivido” que ha estudiado en

Teoría de la Historiografía I. El trabajo que desarrollará para esta actividad debe reflexionar sobre

la relación que existe entre las obras historiográficas del periodo colonial y el marco institucional y

político en el que se insertan. Se trata de que el alumno discuta de qué manera las intenciones de

los autores responden al papel que éstos desempeñaron y a la posición que ocupaban en la sociedad

colonial (horizonte de enunciación).

Actividad: En un trabajo con extensión mínima de 7 y máxima de 10 cuartillas (letra times de 12

puntos a doble espacio de interlineado) elabore un ejercicio comparativo entre uno de los cronistas

conquistadores, haya resultado exitosa o fracasada la expedición en que participó, y uno de los

autores que escribió como funcionario del Estado, ya fuera como visitador o cronista real.

1) Para tener un contexto del proceso de conquista y la administración colonial apóyese en:

• Muriá, José María. Conquista y colonización en Mexico. Mexico: SEP/80 – Fondo

de Cultura Economica, 1982 (especialmente las dos introducciones, pp. 7-35, y los

capítulos de Luis González y González 38-52, José Miranda 53-60, José M.

Gallegos Rocafull 61-72, J.M. Ots Capdequí 73-84, Manuel López Gallo 85-93,

Silvio Zavala 111-122, Eli de Gortari 123-131, y Muriá 132-141).

2) Escoja uno de los autores coloniales que estudian los siguientes textos (todos ellos soldados

o capitanes que escribieron por iniciativa propia):

• Iglesia, Ramón. Cronistas e historiadores de la conquista de México: El ciclo de

Hernán Cortés. México, Consejo de la Cámara de la Ciudad de México. Pórtico de

la Ciudad de México, 1990, pp.17-69.

• Levin Rojo, Danna “Alvar Núñez Cabeza de Vaca. El conquistador que no

conquista”. En Rosa Camelo y Patricia Escandón, coords., Historiografía Mexicana,

vol. II. La Creación de una Imagen Propia. La Tradición Española (Tomo I.

Historiografía civil). México: Instituto de Investigaciones Históricas-UNAM, 2012,

pp. 119-153.

3) Escoja uno de los dos autores coloniales que siguen, quienes escribieron desde una posición

oficial, y compárelo con el autor que eligió del grupo anterior:

• Rivera, Pedro de. Diario y derrotero de lo caminado, visto y observado en la visita

que hizo a los presidios de la Nueva España septentrional el Brigadier Pedro de

Rivera. Introducción de Vito Alessio Robles. México, Secretaría de la Defensa

Nacional, Dirección de Archivo Militar, Taller autográfico, 1946. (Archivo

Histórico Militar Mexicano, 2)

• Solís, Antonio de. Historia de la conquista de México. México, Editorial Porrúa,

1978. (Sepan Cuántos… 89). “Dedicatoria”, “advertencia a los que leyeren” y “libro

primero”.

Eje 2.- Evangelización y órdenes religiosas.

Fecha de entrega: octava semana

La tradición cristiana, al adaptar y refuncionalizar la cultura greco-romana limpiándola de

sus tientes paganos conservó de ella, por lo menos, dos asunciones fundamentales: a) que la

naturaleza sólo puede realizarse a través de la acción con propósitos del hombre, y b) que el mundo

natural fue creado para que el hombre se beneficie de él. En elcristianismo este diseño, como la

creación, son obra de Dios, pero el hombre es causa y objetivo de la salvación. Los propósitos de

Dios para el hombre se realizan en el tiempo, y esa realización de los propósitos divinos es la

historia: el camino que el hombre debe seguir para consumar la salvación. Esta visión

providencialista de la historia como un movimiento progresivo, que necesariamente culminará con

la evangelización de todo el género humano, se reforzó con el descubrimiento del Nuevo Mundo y

fue la base de la labor escriturística de los primeros religiosos que ejercitaron la pluma en toda

América.

Si los habitantes del orbe indiano formaban parte del plan divino pero desconocían el

cristianismo, seguramente era porque Dios reservó la gloria de su conversión para sus aventajados

hijos europeos, y particularmente para los españoles. Evangelizar era entonces un

deber, y para cumplirlo era preciso conocer el mal que se requería extirpar, es decir, la idolatría y

las costumbres y creencias de los individuos que la practicaban. Surgió de aquí el impulso

enciclopédico de los primeros frailes y también la defensa de los indios que emprendieron

religiosos como fray Bartolomé de las Casas. Medio siglo después de la llegada de los primeros

frailes, en parte como consecuencia de los debates y resoluciones del Concilio de Trento (1545-

1563) y en parte por los conflictos entre el clero regular y el secular, así como por la competencia

entre las diferentes órdenes religiosas, los grandes tratados sobre las culturas indígenas dieron paso

a las crónicas de religiosos dedicadas a relatar los trabajos de los frailes y los progresos de su

acción evangelizadora. Es así que desde el último cuarto del siglo XVI y en el XVII se produjeron

obras como las de Antonio de Remesal sobre la provincia de Guatemala y Chiapas, Alonso de La

Rea sobre Michoacán o Francisco de Burgoa sobre Oaxaca. Estos trabajos describen más las

acciones de los frailes que las costumbres y creencias de los naturales.

Uno de los objetivos de este eje es ofrecer un primer acercamiento a la crónica religiosa, en

sus diferentes momentos y modalidades. Tome en consideración que las crónicas escritas por los

misioneros, ya sea poco después de la conquista o después del Concilio de Trento, nos permiten

captar con mayor claridad los principios dominantes que guiaban la interpretación providencialista

mencionada, éste es otro de los objetivos de este eje.

Actividad: Lea la selección de fragmentos de la obra de Basalenque y escoja entre Motolinía o

Acosta. Posteriormente, utilizándolos como ejemplo y apoyado en los estudios de Baudot y

Camelo, establezca en un mínimo de 5 y un máximo de 10 cuartillas (letra times de 12 puntos a

doble espacio de interlineado) los siguientes puntos: a) los principios dominantes de la

interpretación histórica cristiana católica, y b) las diferencias temáticas y explicativas respecto de

los nativos americanos que se observan entre los primeros cronistas religiosos y aquellos que,

después del Concilio de Trento, redactaron sus obras como crónica provincial o conventual.

Escoja uno de los dos cronistas siguientes:

• Acosta, Joseph de, Historia natural y moral de las Indias en que se tratan de las

cosas notables del cielo/ elementos/metales/plantas y animales dellas/ y los ritos/ y

ceremonias/ leyes y gobierno de los indios. Edición, progl, apéndice e índice

Edmundo O’Gorman. 2ª reimpr. México, Fondo de Cultura Económica, 1985. 446

pp. (Biblioteca americana, serie cronistas de Indias). Proemio y libros de 1 a 3,

pp.13-139.

• Benavente, fray Toribio de (Motolinía), Relaciones de la Nueva España. Itrod. Y

selección L. Nicolau d’Olwer. México, UNAM, 1956, 210 pp. (Biblioteca del

estudiante universitario, 76), partes I y II, pp.5-99.

Lea los fragmentos de Basalenque:

• Los agustinos, aquellos misioneros hacendados. Historia de la provincia de San

Nicolás Tolentino de Michoacán, escrita por fray Diego de Basalenque. Introd.,

selección y notas de Heriberto Moreno García. México, SEP cultura, 1985. 280pp.

(Cien de México), Libro Segundo, pp. 193-277.

Lea los siguientes estudios:

• Baudot Georges. Utopía e historia en México. Los primeros cronistas de la

civilización mexicana (1520-1569). Traducción de. V. González Loscertales.

Madrid: Espasa Calpe 1983 [1977]. (Capítulos por definir)

• Camelo, Rosa. “La crónicas provinciales de órdenes religiosas”. En Brian

Connaughton, Las fuentes eclesiásticas para la historia social de México, México,

UAM-I, Instituto Mora, 1996, pp. 165-176.

Eje 3.- El criollismo en la Nueva España.

Fecha de entrega: décima semana

Una vez aceptada la humanidad de los naturales americanos, la historiografía europea se cuestionó

acerca de la calidad de ésta. En la Ilustración surgió la idea de que la razón era potencialmente la

misma en todos los seres humanos pero no todos la habían desarrollado al mismo nivel. Algunos

ilustrados idealizaban a los pueblos que catalogaban de menos civilizados tomando como

parámetro a la cultura europea. Consideraban que en los indios americanos no había maldad sino

inocencia y bondad. Sin embargo, había una corriente de ilustrados que apuntaban que el escaso

desarrollo de la razón de los pueblos americanos los conducía al salvajismo y la barbarie. Los

intelectuales criollos respondieron ante esta apreciación sobre los nativos de América, entre los que

se incluían ellos mismos. Comenzaron a elaborar un discurso histórico que arrancaba del pasado

prehispánico y los hacía herederos tanto de esa tradición como de la que los españoles habían

introducido desde la conquista. Los textos que se incluyen en este eje abordan este debate. El

alumno tendrá como ejemplo de este tipo de escritura la obra de Carlos de Sigüenza y Góngora.

Actividad: En un ensayo de mínimo 5 y máximo 8 cuartillas explique cómo la polémica ilustrada

sobre la inferioridad del Nuevo Mundo dio lugar a la aparición en América de una historia

reivindicativa del pasado indígena y del criollismo. El alumno deberá reflexionar sobre la validez

de la afirmación de que el criollismo de los siglos XVII y XVIII haya sido antecedente del

nacionalismo.

• Diez Canedo Aurora. Los desventurados barrocos. Sentimiento y reflexión entre los

descendientes de los conquistadores: Baltasar Dorantes de Carranza, Juan Suárez de

Peralta, Gonzalo Gómez de Cervantes. México, UPN, 1990.

• Brading, David. Orbe indiano. De la monarquía católica a la República criolla 1492-1867.

Traducción de Juan José Utrilla. México, Fondo de Cultura Económica, 1993. Capítulo

XIX “Historia y Filosofía” y capítulo XX “Patriotas jesuitas”, pp. 456-500.

• Glantz, Margo, “Introducción. Un paraíso occidental: el huerto cerrado de la virginidad”.

En Carlos de Sigüenza y Góngora, Parayso occidental… México, edición facsimilar de la

de 1684, pp.6-26.

• Sigüenza y Góngora, Carlos de. “Mercurio Volante, con la noticia de la recuperación de las

provincias del Nuevo México”. Obras Históricas, edición de José Rojas Garcidueñas,

México, Editorial Porrúa, 1983. (Colección de Escritores Mexicanos), pp. 79-107.

Eje de trabajo Actividad Fecha de entrega Eje 1 primera parte En un trabajo con extensión mínima de 7 y máxima de 12

cuartillas (letra times de 12 puntos a doble espacio de interlineado) realice los siguientes ejercicios: 1) identifique la tesis que postula cada uno de los autores leídos y describa cómo están elaborados sus argumentos, mencionando el tipo de fuentes que utilizaron y la forma en que las emplearon. 2) Sobre la base de estas lecturas explique cómo se alteró la cosmovisión cristiana occidental a partir del descubrimiento del Nuevo Mundo y los debates que este acontecimiento despertó en el siglo XVI.

Cuarta semana

Eje 1 segunda parte En un trabajo con extensión mínima de 7 y máxima de 10 cuartillas elabore un ejercicio comparativo entre uno de los cronistas conquistadores, haya resultado exitosa o fracasada la expedición en que participó, y uno de los autores que escribió como funcionario del Estado, ya fuera como visitador o cronista real.

Sexta semana

Eje 2 Lea la selección de fragmentos de la obra de Basalenque y escoja entre Motolinía o Acosta. Posteriormente, utilizándolos como ejemplo y apoyado en los estudios de Baudot y Camelo, establezca en un mínimo de 5 y un máximo de 10 cuartillas los siguientes puntos: a) los principios dominantes de la interpretación histórica cristiana católica, y b) las diferencias temáticas y explicativas respecto de los nativos americanos que se observan entre los primeros cronistas religiosos y aquellos que, después del Concilio de Trento, redactaron sus obras como crónica provincial o conventual.

Octava semana

Eje 3 En un ensayo de mínimo 5 y máximo 8 cuartillas explique cómo la polémica ilustrada sobre la inferioridad del Nuevo Mundo dio lugar a la aparición en América de una historia reivindicativa del pasado indígena y del criollismo. El alumno deberá reflexionar sobre la validez de la afirmación de que el criollismo de los siglos XVII y XVIII haya sido antecedente del nacionalismo.

Décima semana

BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA

Ainsa, Fernando. De la Edad de Oro a El Dorado. Génesis del discurso utópico americano. México, Fondo de Cultura Económica, 1992 (Colección Tierra Firme).

Arrom, José Juan, Imaginación del nuevo mundo. Diez estudios sobre los inicios de la narrativa hispanoamericana. México, Siglo Veintiuno editores, 1990.

Bethell, Leslie (ed.), Historia de América Latina. 2. América Latina colonial: Europa y América en los siglos XVI, XVII, XVIII. Trad. Antonio Acosta. Barcelona, Crítica, [1990].

Cañízares Esguerra, Jorge, How to Write the History of the New World. Histories, Epistemologies and Identities in the Eighteenth Century Atlantic World. Stanford, Stanford University Press, 1992.

Ceballos Ramírez, Manuel (coord.). De historia e historiografía de la frontera norte. Ciudad Victoria, Tamps., Universidad Autónoma de Tamaulipas, 1996.

Chiapelli, Fredi. First Images of America. The Impact of the New World on the Old. Berkeley-Los Angeles-London: University of California Press.

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